MITSUBISHI VUELVE A ENTRAR DE PLENO EN LA BATALLA DE LOS PICK-UP MÁS INTERESANTES. SÓLIDO, INFATIGABLE, DINÁMICO Y PRÁCTICO, EL L200 RECLAMA EL TROZO DE PASTEL QUE LE CORRESPONDE FRENTE A OTROS COMPETIDORES DEL MISMO SEGMENTO.
Por Guillermo Vilar González
Mitsubishi incide en un diseño aerodinámico optimizado, con lo que ello implica: mejora de la estabilidad, ahorro de combustible y reducción del ruido; y, aunque alcanzar un más que digno grado de comodidad en este tipo de vehículos nunca está de más, no debemos olvidar que el verdadero propósito del modelo es disponer de una herramienta, por regla general de trabajo, con la que enfrentarse y sortear cualquier reto que se nos pueda presentar circulando tanto por carreteras asfaltadas como por cualquier otro tipo de terreno.
De diseño equilibrado, cuenta con un nuevo frontal, en el que destacan la rejilla cromada y unos grandes faros, que incluyen las luces diurnas. Algo más conservadora es la vista desde el lateral; se puede elegir entre dos tipos de cabina (Club Cab, de 4 plazas, y Doble Cabina, de 5 plazas), que da paso a un revisado compartimento para carga con más capacidad y dos longitudes: 1,85 m ó 1,52 m, dependiendo del acabado Club Cab o Doble Cabina (la anchura es la misma en ambos casos, 1,47 m).
Este compartimento de carga se ha visto reforzado en las esquinas traseras con el objeto de resistir la fuerza de los impactos que puedan ocasionar los bultos transportados, evitando daños en los paneles laterales.
Las dimensiones del vehículo, que varían en función del acabado son las siguientes:
Versión Club Cab: 5,195 m de longitud, 1,785 m de ancho y 1,775 m de altura total.
En la versión doble cabina encontramos medidas diferentes para los acabados Motion y Kaiteki: acabado Motion de 5,205 m de longitud, 1,785 m de ancho y 1,775 m de altura, siendo las mayores cotas las correspondientes a la terminación Kaiteki, con 5,285 m de longitud, 1,815 m de ancho y 1,780 m de largo.
Cambios por fuera y también por dentro
Como en un SUV… El diseño del salpicadero ha mejorado, tornándose más atractivo y moderno que en la generación anterior, de forma que una vez acomodado en el asiento del conductor, de nuevo diseño y mucho más cómodo, y con el vehículo parado, tan sólo nos daremos cuenta de que estamos en un pick-up si miramos hacia la zona de carga.
Con las manos sujetando el volante, compartido con el modelo ASX y ajustable en altura y profundidad, y con la mirada puesta en el salpicadero, podemos asegurar que no estamos frente a un vehículo de rudas características, como hace pensar por su condición de vehículo de trabajo.
El L200 disfruta de mayor robustez que en generaciones anteriores gracias al tradicional chasis de largueros y travesaños, habitual de todoterreno puros.
Los materiales empleados cumplen en esta generación una doble misión: por un lado, la meramente estética, aportando un salto de calidad, tanto visualmente como al tacto y, por otro, la misión de soportar, en la mayoría de las situaciones, duras jornadas de trabajo y un cuidado nulo o, en el mejor de los casos, insuficiente.
Buenos ajustes y, en las versiones más equipadas, elementos propios de otros segmentos más refinados ya los podemos encontrar en este L200: sistema de climatización que comparte con su hermano Outlander, aviso de cambio involuntario de carril, toma USB, levas de cambio automático tras el volante, mandos en el volante que controlan el audio y manos libres a la izquierda y control de velocidad de crucero a la derecha.
Muy sencillo es el cuadro de mandos, compuesto por dos esferas (velocímetro y cuentarrevoluciones) separadas por una pantalla en el centro, que nos ofrece toda la información relativa a consumos, kilómetros recorridos, autonomía, temperatura del líquido refrigerante o cantidad de combustible que nos resta en el depósito. Por debajo de esta pantalla se encuentra situado el botón desde el que se maneja el ordenador de a bordo y, por encima, observamos el indicador de selección de tracción.
En la unidad cedida por Mitsubishi para la prueba, Doble Cabina Kaiteki 5AT de 181 CV, los asientos son de cuero y preside la consola central una pantalla táctil de 7”, desde donde se controlan el equipo de sonido, el navegador y la cámara de visión trasera. A ambos lados de esta pantalla se disponen salidas de aire climatizado y, justo debajo, el sistema de climatización de sencillo manejo.
Interruptores de calefacción en los asientos delanteros, toma de corriente de 12V y conexión USB completan la consola central.
Y justo por detrás de la palanca de cambios, en nuestro caso cambio automático, se encuentra el selector de tracción; bastará con realizar leves giros a derecha o izquierda para engranar el tipo de tracción deseado en cada momento.
Todos los elementos necesarios para la conducción o de confort con que cuenta el Mitsubishi L200 están bien situados y son fáciles de manejar.
Los asientos traseros, ahora con más espacio, también disfrutan en esta generación de una inclinación de 25º, que hace que ganen en confortabilidad; y es que la eficacia no está reñida con la comodidad.
Se podrá elegir desde el acabado más básico M-PRO tanto en Club Cab como en Doble Cabina, hasta los más completos MOTION y KAITEKI, sólo disponibles en Doble Cabina:
Características M-PRO (Club Cab). Luces diurnas, llantas de acero de 16”, display informativo (consumo medio, autonomía, recordatorio de mantenimiento, indicador de cambio de marcha), volante regulable en altura, sistema Easy Select 4WD, bloqueo del diferencial trasero, asiento del conductor regulable en altura y aire acondicionado con filtro antipolen.
Características M-PRO (Doble Cabina). Estribos laterales cromados, Cruise Control (control de velocidad de crucero) con limitador de velocidad, elevalunas eléctricos delanteros y traseros, cierre centralizado con apertura remota de puertas, puerto USB ubicado en el panel central del salpicadero, equipo de sonido con reproductor de CD y MP3 (exclusivo M-PRO Doble Cabina).
Características MOTION (Doble Cabina). Llantas de aleación de 17”, parrilla delantera con moldura cromada y protector inferior delantero plata, retrovisores exteriores cromados, eléctricos y calefactables, retrovisores exteriores con intermitentes integrados abatibles automáticamente, manillas exteriores de las puertas cromadas, cristales traseros con tratamiento de privacidad, pasos de rueda ensanchados, paragolpes trasero con escalón incorporado, volante regulable en profundidad y pomo de la palanca de cambios de cuero, panel central del salpicadero en negro piano y detalles cromados en el interior, sistema de alerta de salida de carril (LDW), faros antiniebla delanteros, encendido automático de luces, sensor de lluvia y funcionamiento automático de los limpiaparabrisas, lavafaros delanteros, sistema Super Select 4WD (SS4-II), climatizador automático con filtro antipolen, cámara de visión trasera, mandos de audio integrados en el volante, sistema Bluetooth® para teléfonos móviles con mandos en el volante y equipo de sonido con pantalla táctil de 6,1” (exclusivo MOTION).
Características KAITEKI (Doble Cabina). Faros delanteros Bi-Xenón con luces diurnas LED, tapicería de cuero, climatizador automático bizona con filtro antipolen, sistema de apertura de puertas sin llave y encendido del motor mediante botón “Start/Stop”, asientos delanteros calefactables, transmisión automática INVECS-II de 5 velocidades con funcionamiento Sports Mode, regulación eléctrica del asiento del conductor, levas del cambio ubicadas en el volante y sistema de navegación multifunción MMCS con pantalla táctil de 7” y radio digital (DAB) (exclusivo KAITEKI).
La oferta de motores es suficiente, compuesta por dos bloques turbodiésel fabricados íntegramente en aluminio, con 2,4 litros e inyección directa common-rail de alta presión.
Con el motor 250 DI-D de 154 CV y 380 Nm de par, el menos potente de los dos con que cuenta el L200, es más que suficiente para desenvolverse en los trabajos más duros.
Pero si el motor de 154 CV se nos queda pequeño, aún podemos optar por uno más potente: el motor 300 DI-D cuenta con 181 CV de potencia y un par motor de 430 Nm, que lo convierte en un bloque con una gran respuesta, preparado para resolver cualquier situación que se nos presente.
Cualquiera de los dos motores, además de por su potencia, destacan por su suavidad y consumos contenidos incorporando de serie, salvo el acabado Kaiteki, el sistema de paro y arranque automático (AS&G).
Acompañan a estos motores una transmisión manual de 6 velocidades y una automática INVECS-II de 5 velocidades, capaz de ofrecer una conducción cómoda a la vez que deportiva seleccionando el modo Sports, que permite bajar o subir de marcha con un toque de palanca o accionando las levas situadas tras el volante.
La gama de Mitsubishi L200 la componen dos sistemas de tracción: el sistema de tracción Easy Select 4WD, disponible en el acabado inferior M-PRO, y el sistema Super Select 4WD, disponible en Motion y Kaiteki.
Siendo el L200 un vehículo preparado para enfrentarse a los terrenos más difíciles, con el sistema Super Select 4WD-II, el mismo que utiliza el Montero, el usuario puede cambiar de propulsión trasera (4×2) a 4×4 circulando hasta una velocidad de 100 km/h, seleccionando el modo de tracción desde la rueda giratoria situada tras la palanca de cambio. Para terrenos accidentados y de mayor dificultad, con superficies de baja adherencia, nieve profunda, barro, arena o pendientes pronunciadas se puede utilizar el bloqueo del diferencial seleccionando los modos 4HLc o 4LLc, combinación de la tracción integral permanente y reductora que en otros modelos existe.
Completan las aptitudes todo terreno del modelo una altura libre al suelo de 20 cm y unos ángulos de ataque de 30º, 22º de salida, 45º de inclinación lateral y 24º de paso de cresta. Características que lo convierten en un completo vehículo off-road.
La sólida suspensión muestra doble trapecio con muelles helicoidales y barra estabilizadora en el eje delantero, mientras que la suspensión trasera la conforman unas potentes ballestas que otorgan una excelente tracción y capacidad de carga, pudiendo llegar a soportar una tonelada de peso en su reforzado compartimento de carga. Del mismo modo le otorga una contrastada capacidad de arrastre de remolques, llegando hasta los 3.100 kg con freno. Se procura, a su vez, que el desplazamiento de los ocupantes sea de lo más placentero.
Gracias a la carrocería RISE (Reinforced Impact Safety Evolution), la seguridad del Mitsubishi L200 se incrementa significativamente, en caso de colisión, absorbiendo la energía de modo eficiente. A ello también contribuye el uso de acero de alta resistencia en su construcción, dotando al conjunto de una gran robustez.
Motor y tracción, en combinación con una suspensión optimizada permiten sacar todo el provecho a este modelo.
Desde la versión más básica y común a todos los acabados, el L200 cuenta con airbag de conductor y acompañante con función de desconexión para el pasajero, control de tracción y estabilidad activo (ASTC), sistema de asistencia de arranque en cuesta (HSA), sistema de asistencia de estabilidad del remolque (TSA), distribuidor electrónico de la frenada ABS con EBD, sistema de asistencia a la frenada (BAS), sistema de señalización de frenada de emergencia (ESS) y sistema de priorización del freno (BOS) como elementos de seguridad para los ocupantes.
En versión Doble Cabina la dotación de seguridad aumenta en función del acabado M-PRO, Motion y Kaiteki, con elementos como: airbags laterales delanteros, airbags de cortina, airbag de rodilla para conductor, sistema de alerta de salida de carril (LDW), control de velocidad de crucero con limitador de velocidad, anclajes ISO-FIX en los asientos traseros para sillas infantiles, faros antiniebla delanteros, sensor de oscuridad y encendido automático de luces, lavafaros delanteros y sensor de lluvia y funcionamiento automático de los limpiaparabrisas.
La frontera la marcas tú.
Para Saber Más…
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