Turborrotondas

LAS ROTONDAS SON UNA BUENA SOLUCIÓN AL PROBLEMA DE LAS INTERSECCIONES VIALES. SU CONFIGURACIÓN REDUCE EL TIEMPO MEDIO DE ESPERA DE LOS CONDUCTORES EN COMPARACIÓN CON UNA INTERSECCIÓN REGULADA POR SEMÁFOROS. TAMBIÉN, INCREMENTA LA SEGURIDAD VIAL. LAS TURBORROTONDAS DAN MAYOR FLUIDEZ A LAS INTERSECCIONES REGULADAS POR LAS CLÁSICAS ROTONDAS.

Una de las principales ventajas de las rotondas es que reducen el número de accidentes y su gravedad, al no estar permitido en ellas girar a la izquierda. Para mejorar la seguridad en la circulación y facilitar el tráfico nacen las turborrotondas.

Se inventaron en los Países Bajos en 1998. Son muy útiles en intersecciones con varios carriles y con un volumen elevado de tráfico.

Tipos de turborrotondas

Existen dos tipos de turborrotondas: las señalizadas y las que no lo están. Las turborrotondas señalizadas presentan entre 4 y 6 carriles por entrada, e incrementan la capacidad circulatoria. Las que no están señalizadas tienen 2 ó 3 carriles por vía de entrada, y mayor capacidad circulatoria que una glorieta de un solo carril -pero no tanta como las primeras-. En ambas, los ramales de salida solo presentan dos carriles.

Constan de una zona central, no circular, con una forma peculiar, que distribuye el tráfico desde las entradas y a lo largo de la calzada, según la salida que se desea tomar. En el diseño de las turborrotondas no encontraremos un carril exterior como tal, se elimina la preferencia de carril exterior. Es el propio carril elegido por el conductor el que le guía desde la entrada hasta su salida, previamente seleccionada

Características

Su característica fundamental es un carril en forma de espiral, que elimina el riesgo de invadir el carril contiguo. Así, aumenta la seguridad y la fluidez del tráfico en la propia rotonda. No existen dos carriles a lo largo de toda la rotonda, aunque hay tramos en los que sí son necesarios.

Cuando un conductor se aproxima a una turborrotonda debe elegir su carril de entrada en función de la salida que quiera tomar. Una vez dentro, no podrá cambiarse de carril. Esta disposición elimina el riesgo de colisiones laterales por invasión del carril contiguo al de circulación.

¿Por qué no se puede cambiar de carril en el interior?

No se permite cambiar de carril en el interior de una turborrotonda ya que están separados por líneas continuas o pequeños resaltes sobre el asfalto. Así, los conductores que circulan por el carril exterior deben tomar la primera -o, como mucho- la segunda salida desde su entrada. El carril interior ofrece la posibilidad de salir o continuar por la rotonda.

Unos metros antes de llegar a las turborrotondas, los paneles de señalización que muestran a los conductores el carril que deben tomar han de ser fáciles de entender. Y este situarse con la suficiente antelación para ofrecerles tiempo de situarse en el carril adecuado, antes de su acceso.

Señalización de una turborrotonda

El resto de normas no difiere de las rotondas normales. Han de ceder el paso antes de incorporarse a los vehículos que ya circulan por su interior.

En España, la primera turborrotonda se instaló en la Villa de Grado, Asturias y, posteriormente, en Cantabria.

Ventajas

Se eliminan los peligrosos cambios de carril en mitad de la rotonda.

Se fuerza a una reducción de velocidad por la configuración de los carriles en forma de espiral, reduciéndose el número de accidentes. En los lugares donde funcionan se ha constatado un 80% menos de accidentes.

Estudios comparativos de la capacidad viaria de una turborrotonda frente a una rotonda convencional de dos carriles indican que las primeras permiten entre un 25% y un 35% más de tráfico, disminuyendo el tiempo de espera de los conductores al acceder a la turborrotonda