Si bien las baterías aún tienen componentes de plomo, y está permitida la soldadura de placas electrónicas con este material, progresivamente ha ido desapareciendo, junto con otros metales pesados –mercurio, amianto, etc. –, nocivos para el medio ambiente.
También se cuida la disminución en su peso para ahorrar combustible y las formas de propulsión alternativas –eléctricos, pila de hidrógeno…–, para reducir las emisiones a la atmósfera. Otra de las propuestas de ciertos constructores es el etiquetado ecológico para tejido y cuero de las tapicerías.
El ecodiseño (SEAT fue la primera empresa de automoción en España certificada, en 2016, con la norma ISO 14006 de ecodiseño), en su conjunto, pasa por la conservación de materiales, el ahorro energético, etc. Otros ejemplos pueden ser el Volvo XC60 T8, que utiliza asientos usados como material insonorizante para el capó, o la marca Opel, que ya puso en 2013 en su pequeño utilitario Adam, 170 componentes producidos a partir del reciclaje. Pero el diseño no lo es todo.
Ciclo de vida del vehículo
Un segundo estadio de esta conciencia verde supone los mantenimientos y cambios de fluidos más distanciados. Si en los vehículos antiguos se cambiaba el aceite a los 5.000 km, en los actuales pueden alargarse hasta los 50.000, influyendo, en ese sentido, la calidad del aceite elegido por el fabricante.
El taller, por su parte, habrá de realizar las operaciones necesarias minimizando su impacto medioambiental: envases, fluidos, polvo de lijado, filtros, etc., se deben almacenar y tratar convenientemente.
Hay que considerar el ciclo de vida completo del coche –como de cualquier producto- para conocer los efectos ambientales que tendrá. No servirá de nada mejorar parcialmente una fase si empeora el ciclo global…
Cuando el vehículo llega al final de su vida útil, todo él pasa a ser residuo. En la UE la actividad está regulada desde 2002 (implantada en España a partir de 2004) y actualizada con el Real Decreto 20/2017, de 20 de enero, que establece que, a partir de 2021, los Centros Autorizados de Tratamiento (CAT) “recuperarán, para su preparación para la reutilización y comercializarán, piezas y componentes de los vehículos que supongan, al menos, un 10 % del peso total de los vehículos que traten anualmente”.
En España, el número total de turismos dados de baja en 2019, según la Dirección General de Tráfico, fue de 879.446 (de los que el 80,59% tenía más de 10 años). Teniendo en cuenta que en esta cifra se incluyen los dados de baja para exportación y para tránsito comunitario, los que realmente llegan al desguace son bastantes menos (661.165)
CESVIrecambios
Cesvi Recambios, el Centro de Tratamiento de Vehículos Fuera de Uso de CESVIMAP, ha reciclado desde el inicio de su actividad más de 45.000 vehículos. Descontamina componentes peligrosos, como baterías, y todos los fluidos del vehículo. Recupera todos los materiales del coche: acero (de momento, la mayor parte del peso total) y materiales que pueden reutilizarse en multitud de usos industriales, como aluminio, plásticos, cableado de cobre y vidrio. Así devuelve al principio del ciclo de vida un mínimo del 85% en peso de sus componentes.
Cesvi Recambios ha desmontado más de 1.500.000 de piezas, proponiendo a particulares y talleres un aprovisionamiento de recambio de calidad, a buen precio y con garantía. Muchos de los vehículos nuevos y seminuevos dados de baja han sufrido accidentes que, en múltiples ocasiones, sólo han afectado a una parte, o tienen daños muy localizados, por lo que las piezas no afectadas pueden reparar otro vehículo. Motores, motores de arranque, cajas de cambio, alternadores, puertas, capós, portones, radiadores, electroventiladores, faros, pilotos, asientos, paragolpes…
Volver a utilizar las piezas para el mismo fin con el que fueron diseñadas contribuye a reducir el impacto medioambiental.