El transporte público integrará al carsharing y a la bicicleta compartida

Los vehículos de carsharing y las bicicletas compartidas pasarán a ser considerados a partir de ahora transporte público, tal y como se recoge en la modificación de los estatutos de la Asociación de Empresas Gestoras de Transportes Colectivos Urbanos (ATUC), cuyo principal objetivo pasa por aunar todas las modalidades de la movilidad sostenible en áreas urbanas y metropolitanas.

La Asociación aparca de momento la adhesión de los patinetes eléctricos hasta que se aclare su regulación a nivel nacional, pese a que el Ayuntamiento de Madrid haya autorizado 8.610 de estos vehículos de los 108.094 solicitados por 25 empresas para todos los distritos de la capital, lo que se traduce en apenas el 8% de todas las peticiones realizadas.

ATUC considera imprescindible coordinar estos sistemas de movilidad colectiva para mejorar la convivencia entre ellos y fomentar la intermodalidad, consolidando el sistema de transporte público como solución al problema de contaminación que padecen las grandes ciudades y garantizando los desplazamientos de todos los ciudadanos.

Plan Nacional de Movilidad

En ese nuevo marco de movilidad deben integrarse y regularse adecuadamente todas las fórmulas para que tengan la consideración de transporte público y se les reconozca que cubren una necesidad básica, al permitir a millones de ciudadanos realizar sus desplazamientos diarios.

En concreto, actualmente el transporte público es utilizado en España cada día por unos 4,5 millones de usuarios, una cifra que podría superar los 7,5 millones si se potenciara aún más el sistema para atender las demandas que se pusieron de manifiesto en el informe “Descifrando al No Viajero”, elaborado por ATUC y el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE).

Según el secretario general de ATUC, Jesús Herrero, “las nuevas generaciones ya no piensan tanto en tener un coche en propiedad como en moverse de la mejor manera posible. Y ello implica alternar y conjugar unas fórmulas y otras. Los autobuses, metros, trenes de cercanías, vehículos de carsharing, bicicletas compartidas… ofrecen un servicio público, de transporte, que son complementarios entre sí y que bien coordinados pueden responder a las exigencias de movilidad urbana e interurbana que tienen los ciudadanos”.