ISO 14001. Normalizando la gestión ambiental

CESVIMAP OSTENTA SU CERTIFICACIÓN EN LA ISO 14001 DESDE 2002 PARA SUS ACTIVIDADES DE INVESTIGACIÓN, CONSULTORÍA Y FORMACIÓN. SE TRATA DE UNA MUESTRA MÁS DE SU COMPROMISO CON LA SOSTENIBILIDAD.

Las actividades que realizan las organizaciones empresariales tienen influencia en su entorno natural, derivadas de la explotación de los recursos y de la energía, de la generación de residuos o de la contaminación de las aguas. Si estas actividades se desarrollan sin control, se produce un deterioro de la naturaleza más rápido que su propia capacidad de regeneración, y una consiguiente pérdida paulatina de la calidad de vida.

La normativa ambiental pretende mantener controlados los aspectos que causan la contaminación ambiental y caminar sobre la senda del desarrollo sostenible.

Objetivo de la norma

El objetivo de la ISO 14001 es la protección del medio ambiente a través de la gestión de los riesgos medioambientales que puedan surgir del desarrollo de nuestra actividad empresarial. La Organización Internacional de Normalización (ISO, por su nombre en inglés) busca con esta norma estandarizar los requisitos de la implementación de un sistema de gestión ambiental. La ISO 14001 define “aspecto ambiental”, pieza angular sobre la que se organiza el sistema de gestión ambiental, como el elemento de las actividades, productos o servicios de una organización que pueden interactuar con el medio ambiente. Lo son el consumo de agua, las aguas que se devuelven a la red de saneamiento, los humos que salen por las chimeneas procedentes de una combustión para generar energía, etc.

Cualquier cambio en el medio ambiental, ya sea adverso o beneficioso, resultante total o parcialmente de los aspectos ambientales de una organización, se denomina “impacto ambiental” y así lo define dicha norma. Hay que reconocer que la mayor parte de los impactos de una organización sobre el entorno son adversos; una buena gestión ambiental tratará de controlar y minimizar los aspectos inherentes a su actividad para reducir, en la medida de lo posible, los impactos adversos y, por el contrario, procurar generar impactos beneficiosos para el entorno.

La gestión ambiental en cualquier actividad ha de considerar cinco aspectos generales, que son los focos causantes de los impactos ambientales:

    1. Emisión de contaminantes a la atmósfera, incluida la emisión de ruido al exterior.
    2. Vertidos contaminantes a las aguas.
    3. Vertidos contaminantes sobre el suelo.
    4. Generación de residuos.
    5. Consumo de recursos, tanto de energía como de materias primas.

Impactos ambientales en el taller

En el ámbito del sector de la posventa, en concreto de la reparación de carrocería y pintura, es muy conveniente aplicar estos criterios y metodología para el control de los aspectos medioambientales y evitar riesgos.

Entre las emisiones a la atmósfera podemos contar aquellas relacionadas con la combustión para generar energía como la calefacción, los quemadores de las cabinas de pintura o la soldadura. Las emisiones de ruido provocadas por el propio funcionamiento de las instalaciones o el ruido del batir de la chapa. Entre los contaminantes de la atmósfera debemos destacar las partículas de pintura y compuestos orgánicos volátiles (COV o VOC, por sus siglas en inglés) y los gases fluorados utilizados en los sistemas de refrigeración.

Respecto a los contaminantes del agua, las aguas residuales del taller de carrocería y pintura proceden de las labores de limpieza de las instalaciones y de los vehículos, y de la limpieza de los equipos de pinturas al agua, que son considerados residuos peligrosos, por lo que no pueden ser eliminados por la red de alcantarillado.

Respecto a los contaminantes del suelo, la actividad de mantenimiento y reparación de vehículos a motor está considerada potencialmente contaminante del suelo. Se debe, principalmente, a vertidos accidentales de aceites, combustibles y de otras sustancias y residuos que provienen de los vehículos, que es necesario prevenir.

En definitiva, la norma ISO 14001 ayuda a gestionar e identificar los riesgos ambientales que pueden producirse internamente en la empresa mientras realiza su actividad. Con la identificación y gestión de los riesgos que se consigue con esta norma, se tiene en cuenta tanto la prevención de riesgos como la protección del medio ambiente, siguiendo la normativa legal y las necesidades socioeconómicas requeridas para su cumplimento.

Además de proteger el medio ambiente, cumplir con esta norma permite a las empresas reforzar su imagen de empresa sostenible y respetuosa con el medio ambiente. La búsqueda de la sostenibilidad se ha convertido en un eje fundamental sobre el que gira la gestión empresarial.

Para saber más:

› International Organization for Standardization www.iso.org