¿Los nuevos paragolpes de los vehículos eléctricos influyen en la reparación?

Las funciones de los paragolpes delanteros han evolucionado con el tiempo. Por estética, es uno de los elementos que más marca el carácter del vehículo. También sirve de soporte a otras piezas -de iluminación, canalizadores de aire o rejillas de refrigeración- y a elementos de seguridad como radares y sensores, con diferentes funciones ADAS. También aportan seguridad, ya que son quienes reciben primero los impactos sobre el vehículo. En los vehículos eléctricos estos cometidos se reorganizan. ¿Qué cambios que conllevan?  

La estética “futurista” de los vehículos eléctricos se acentúa, en la zona delantera, con elementos de iluminación rompedores. Estos nuevos elementos se pueden encontrar en el Hyundai Ioniq 5, cuyo par de unidades de luz se unen por la parte inferior. El Skoda Enyaq  IV monta opcionalmente, en algún modelo, una rejilla delantera denominada “Crystal Face” con una impresionante luz que, en su funcionamiento, junto con los faros LED Matrix, genera una animación cuando se abre y cierra el coche. Y el Mercedes-Benz EQS une las dos luces de día con otra, de lado a lado, que hace más visible y elegante su función de iluminación. 

 Gestión térmica 

En los vehículos eléctricos no es necesaria una entrada específica de aire para la refrigeración como la incorporada en los vehículos térmicos, sino una que optimice la refrigeración. Así, las rejillas delanteras en ocasiones “desaparecen” del frente del vehículo (Hyundai Ioniq 5, Volkswagen ID.3) y, si permanecen (BMW IX, Skoda Enyaq IV, Mercedes EQS), pasan a ser cerradas al no necesitar la función de entrada de aire continua. 

La entrada de aire en estos vehículos suele situarse en la rejilla de la parte inferior del paragolpes. Su funcionamiento se optimiza mediante trampillas o cortinas, según la necesidad de refrigeración del bloque de radiadores. 

La entrada de aire controlable actúa como centro de control de la gestión térmica. Si el sistema de aire acondicionado o los componentes de la transmisión necesitan más aire, las rejillas se abren gradualmente; incluso, si es necesario, se activa el ventilador de refrigeración. 

Adicionalmente, existe la función de refrigeración de los frenos de las ruedas delanteras, cuando están sometidos a cargas altas. La entrada de aire controlable libera dos canales, que dirigen el aire a los pasos de rueda delanteros.

  

Aerodinámica 

También se incluyen funciones aerodinámicas en los paragolpes, como el montaje en sus laterales de “air curtain”, que optimizan el flujo de aire a través de las ruedas delanteras. 

Estas entradas laterales en la parte delantera dirigen el aire a través de un canal en los pasos de rueda para optimizar el flujo de aire hacia las ruedas y el lateral del vehículo. Se canaliza la corriente de aire para rodear y encapsular los remolinos que se producen en las ruedas. El resultado es un flujo de aire más uniforme y encauzado a lo largo del costado del vehículo, con menores pérdidas de flujo.  

Entresacados: 

  • En los vehículos eléctricos no es necesaria una entrada específica de aire para la refrigeración como la incorporada en los vehículos térmicos. 
  • Para reparar piezas con radares y cámaras ADAS hay que seguir ciertas indicaciones de seguridad y respetar algunas restricciones importantes.

 Elementos fijados a los paragolpes delanteros 

A la par que la llegada de vehículos eléctricos al mercado, también se montan cada vez más sistemas de ayuda a la conducción ADAS, que requieren de la incorporación de radares delanteros y cámaras en el paragolpes, o detrás de él, sobre el frente o la traviesa de paragolpes. 

Los radares delanteros realizan funciones de prevención de colisiones frontales, y se emplean para el control de crucero basado en la navegación y para los asistentes de circulación en autopistas. Pueden ir montados en los laterales del paragolpes, uno a cada lado, mediante un soporte plástico.

También, de modo más habitual, se sitúan en el frente o traviesa de paragolpes o en algún elemento accesorio del paragolpes, como anagramas o rejillas. Van, en este caso, cubiertos por una pieza de plástico especial o por el propio paragolpes. 

La cámara delantera -no me refiero a la que se monta detrás del parabrisas, sino en la zona del paragolpes- pertenece al sistema de visión 360º y suele incorporarse sobre alguna rejilla o moldura del paragolpes delantero. El creciente montaje de sistema ADAS y, por ende, de elementos como radares y cámaras en los paragolpes y sus accesorios condiciona la fabricación de ciertos componentes del paragolpes. Especialmente, de los soportes y elementos que los recubren mediante plásticos especiales, que no se deben reparar para evitar un funcionamiento defectuoso del componente.  En el taller, esta multifuncionalidad de los paragolpes frontales de los vehículos eléctricos supone afrontar cambios en materia de reparabilidad y manipulación.