Una micromovilidad segura

La tendencia de la micromovilidad es eclosionar en los centros urbanos, a la vez que ganar terreno en otros ámbitos. No hay un registro fiable del número patinetes eléctricos o VMP (Vehículos de Movilidad Personal) que circulan por nuestras calles -no existe registro oficial de sus ventas-, pero ya se usa la mágica cifra de un millón de unidades en circulación en España. Que fueran menos no restaría importancia a la magnitud del fenómeno.

Deben circular por la calzada, pero es necesario que lo hagan de la manera más segura posible. Por eso se ha limitado su velocidad máxima y, este mismo mes, se hace obligatorio el uso del casco.

En CESVIMAP somos conscientes de los riesgos que acompañan a su circulación, vulnerable, junto a coches, furgonetas y autobuses. Por ello, hemos desarrollado diversas investigaciones que arrancamos con simulaciones numéricas de choques con y contra patinetes, adaptando nuestra instalación de crash test para conseguir simulacros realistas de los daños que podría sufrir un usuario ante un choque o atropello a otras personas. El fruto de este trabajo fue una patente y un informe muy esclarecedor de los riesgos, de la mano de Fundación MAPFRE.

Vistos los posibles daños que se pueden producir, estamos usando los modelos humanos virtuales más perfeccionados del mundo (los THUMS, de Toyota) para conocer las lesiones y orientar su rehabilitación.

Por último, hemos patentado un dispositivo absorbedor de energía para los choques de los patinetes, que limita sus consecuencias y que, además, es útil para guardar dentro el casco (cuando no se circule).

Mientras tanto, seguiremos aconsejando al sector en el sentido de la obligatoriedad (cuanto antes) de una identificación individual de los patinetes y de un seguro de responsabilidad civil que haga de la micromovilidad una movilidad eficiente y ecológica, pero también segura.