Cuidado con las distracciones

Aproximadamente un 30% de los accidentes que no pueden explicarse se atribuyen a distracciones al volante. Pensamientos, imágenes, preocupaciones y conductas como encender un cigarrillo, poner la radio o hablar por el móvil, son malos compañeros de viaje. El ser humano procesa toda la información que recibe del exterior a través de sus sentidos, pero no puede analizarla en su conjunto al mismo tiempo. Debe seleccionar y fijar su atención en qué es más necesario o interesante en un determinado momento. Conducir un vehículo implica atender diversas tareas: el control del vehículo, la dirección, los indicadores del cuadro, las señales de tráfico, etc.