¿El coche eléctrico hará desaparecer al diésel?

El 53% de los ejecutivos relacionados con la industria del automóvil, entrevistados en la encuesta KPMG’s Annual Global Automotive apuesta por el diésel como la primera tecnología que desaparecerá por la irrupción del coche eléctrico, que será movido por hidrógeno, no por baterías.

Sorprendentemente el 62% está convencido de que los vehículos eléctricos de baterías no triunfarán y sí lo hará el hidrógeno.

La encuesta KPMG’s annual global automotive  arroja como conclusión más importante que prácticamente toda la industria automotriz cree que la adopción masiva de coches eléctricos va a suceder durante la próxima década. Las mejoras en los costes, el aumento de la autonomía de las baterías y la creciente preocupación por la emisión de dióxido de carbono y óxidos de nitrógeno de los motores diesel están detrás de esta apuesta.

Cerca de 1.000 directivos del sector de la automoción, proveedores, distribuidores, gestores de servicios financieros y movilidad y más de 2.400 conductores procedentes de 42 países son la población base de  esta encuesta sobre la evolución de la industria automovilística.

  • El 53% cree que será el diésel la primera tecnología que desaparecerá
  • El 93% afirma que en los próximos cinco años la industria invertirá masivamente en tecnologías relacionadas con los vehículos eléctricos.
  • El 90% esperan que los vehículos eléctricos dominen el mercado del automóvil en 2025.
  • El 62%, sorprendentemente, está convencido de que los vehículos eléctricos de baterías no triunfarán por la dificultad de la red de recarga y el tiempo que lleva esta.
  • El 78% cree que será el hidrógeno el que suponga el verdadero avance de los coches eléctricos, aunque tecnológicamente aún tiene que resolver algunos desafíos.
  • El 59% está convencido de que la mitad de los propietarios de hoy no dispondrán de coche en propiedad en la próxima década.
  • El 85% cree que su empresa aumentaría sus beneficios si ofrecieses nuevos servicios de movilidad.

Estos dos últimos aspectos están muy relacionados y son una de las conclusiones más importantes que se destacan en la encuesta. En la medida que avance la conducción autónoma y que los conductores opten por el alquiler o el pago por los servicios de movilidad se reducirá la cantidad de vehículos a la venta y el capital disponible por parte de los fabricantes para la inversión en nuevos modelos e investigación.