En el Congreso de Faconauto, Sumauto aconseja a los concesionarios que cierren ventas y aseguren cartera de clientes, aunque no consigan matricular por la falta de stock.
La crisis de los microchips, unida a la pandemia, ha provocado que, en lo que llevamos de año, los tiempos de entrega de los pedidos de coche nuevo aumenten un 65%, pasando de los 66 días en enero a los actuales 109 –en torno a mes y medio en promedio–, según Sumauto, el especialista en portales verticales de automoción, a partir de datos de promoCAR de Kantar, con motivo del Congreso de Faconauto.
Esta dilatación de tiempos ejemplifica la crisis de VN, demasiado dependiente de las escasas fuentes de producción de microchips, dado que dos países, Taiwán y Corea, aúnan el 80% de su producción. A ello se une las tensiones en la cadena de suministro, con una alarmante escasez de contenedores, a pesar de que el 80% del comercio mundial se transporta por mar, así como el aumento del coste de las materias primas, pues solo el acero ha multiplicado por cinco su precio, mientras que el cobre ha hecho lo propio un 65%, entre otros.
De este modo, los concesionarios se están quedando sin stock disponible al no fluir la producción de los vehículos, que está en niveles de 2010, según la Organización Internacional de Constructores de Automóviles (OICA). Y, además, aún no ha conseguido situarse en niveles precovid, perdiendo un 9,2% en el primer trimestre del año frente al mismo periodo de 2019.
Sin embargo, Sumauto recuerda a los concesionarios que no tener stock no significa no tener coches, luego es necesario retener a los compradores y generar cartera de clientes, aunque haya que situarles en lista de espera. Esto permitirá además fidelizarles, evitando que se fuguen a otras alternativas o marcas que estén solventando mejor los problemas de disponibilidad de vehículos.
Para ello, los concesionarios pueden apoyarse en palancas que les ayuden a llegar a los compradores, como las ferias virtuales, donde tres de cada cuatro leads convierten a compra; o bien en la propia visibilidad del escaparate digital, donde el tráfico en el mes de abril (último dato disponible) creció por encima del 30%, según Comscore; cuando el de las exposiciones físicas arrastra una caída superior al 60% entre 2009 y 2019, según Faconauto.
Además, los consumidores han aprendido a tener que esperar cuando se trata de situaciones excepcionales. El ejemplo más reciente fue el confinamiento, cuando el incremento exponencial de las compras online provocó que la espera para recibir los pedidos creciera un 50% respecto a tiempos precovid, según Sencloud/Nielsen. Y es consciente de la excepcionalidad, ya que solo la actualidad de los microchips en autos ha generado entre enero y junio más de 4.500 noticias en los medios de comunicación españoles impresos y digitales, según datos de Kantar, luego están plenamente informados.
El efecto dominó en el VO
La crisis de stock en VN tiene también su eco en el vehículo usado. Y es que en un momento en el que la palabra “stock” está tan demandada, resulta que en los modelos ECO y 0 sí está creciendo exponencialmente la oferta disponible de modelos, hasta un 48%, según Autobiz, aupado por las automatrículas realizadas en estos meses por las marcas para sortear las multas por la normativa de emisiones.
Así, si en enero había 22.500 vehículos con esta etiqueta en stock, en junio creció hasta los 33.300 vehículos, una cifra con mensaje para los concesionarios que pueden tener una oportunidad para introducir a los compradores hacia este nuevo mercado todavía incipiente. Y, de forma particular, apostando por modelos de rápida rotación con el mencionado distintivo como el Jeep Renegade, el BMW X3, el Renault Megane y el Kia Ceed, que encontraron comprador antes de 40 días.
Según Jorge Bialade, director de Negocio de Sumauto, “la buena noticia es que la demanda se está recuperando. Se espera que el próximo año volvamos a cifras precovid de riqueza y desempleo y, además, los hogares han podido ahorrar mucho más. Pero la falta de stock no puede dejarnos de brazos cruzados, debemos cerrar ventas, aunque todavía no sean matriculaciones. Tenemos que cambiar el chip mientras la crisis de stock de VN se mantenga. Y esto pasa por dar visibilidad a los coches para vender, aunque no se matricule”.