Señales que indican que una persona debe dejar de conducir

Los mayores al volante cada vez son más numerosos. El incremento de la esperanza de vida saludable, sin enfermedad, en España ha hecho que cada vez sean más las personas que alcanzan los 70 años de edad. Esa realidad, que no deja de ser una buena noticia para la sociedad, planea un problema para la seguridad vial. En 2014, por ejemplo, según la DGT, un total de 477 personas mayores de 65 años fallecieron en accidentes de tráfico.

A pesar de que los mayores de 65 años representan el 18 por ciento de la población española, este colectivo supone casi un tercio de los fallecidos en accidentes de tráfico. Estos accidentes tienen en el ámbito urbano el lugar más peligroso, con casi el 40% de las víctimas.

Si tenemos en cuenta que las previsiones de que el colectivo de los mayores de 65 años aumente en un 30% en las próximas dos décadas, es evidente que su papel como conductores será mayor. Por esa razón, Circula Seguro, la publicación sobre Seguridad Vial de Michelin y Fundación MAPFRE, recomienda  a este colectivo cuáles serían las pautas a seguir, que permitan una conducción segura, además de indicar cuál serían las razones para, llegado el momento, dejar de conducir.

Mayores al volante. ¿Son buenos conductores los mayores de 65 años?

Los datos de siniestralidad dejan bien a las claras que los conductores mayores de 65 años es uno de los colectivos más vulnerables en el tráfico. Pero ¿cómo se ven ellos a la hora de conducir?

Según datos de DUCIT, Observatorio Español de conductores, cerca del 90 por ciento de los mayores de 65 años se consideran buenos conductores al volante, y con una actitud notable a la hora de enfrentarse a una situación peligrosa que puede producirse en la carretera. Además, creen que no necesitan una formación especial de cara a mejorar la seguridad al volante de su vehículo, ya que la experiencia de conducción y los kilómetros recorridos compensa los efectos de la edad.

El peligro de conducir coches viejos

Hay otro dato a tener en cuenta, el 43,5 % de los mayores de 65 años conducen vehículos que superan los 10 años de antigüedad y sólo el 18% de los automovilistas mayores tiene previsto cambiarlo en un futuro próximo.

Este sector de la población se desplaza en coches con muchos años, lo que duplica las posibilidades de perder la vida, ya que sus coches no disponen de los sistemas de seguridad más actuales (ADAS, por ejemplo) ni de la capacidad de absorción en caso de choque de los coches más modernos.

Restricciones a la hora de conducir

Casos como el de una conductora de 85 años circulando por la A-66 durante 17 kilómetros  en dirección contraria o el de un conductor de 87 años que arrolló en Pontevedra a un pelotón de ciclistas, no hacen sino sacar a relucir el controvertido asunto de hasta qué edad pueden renovar el carné las personas mayores de 65 años.

La DGT, la Asociación Española de Centros Médicos Psicotécnicos o ASECEMP, etc.), recogen para este colectivo instrucciones específicas. Así, por ejemplo, pueden prohibir la conducción durante la noche, permitiendo la misma sólo desde una hora después de amanecer hasta una antes del anochecer. Esta restricción este indicada, para aquellos conductores con problemas de deslumbramiento y mala visibilidad nocturna. Incluso se puede limitar la conducción a un radio de 20 kilómetros – o la cifra que estime oportuna – alrededor de la vivienda del propietario del carnet. Pero son numerosas las empresas (MAPFRE, fabricantes de vehículos, etc.) que diseñan teniendo en cuenta a la “generación silver“.

Según los últimos datos de la DGT, el 67,7% de los conductores entre 65 y 70 años tiene en su carné una restricción de este tipo. Una cifra que se eleva hasta el 93,1 por ciento en la franja de edad que va desde los 81 a 85 años.

 Carné para mayores al volante

El Reglamento General de Conductores no establece un límite de edad para dejar de conducir, aunque las revisiones psicofísicas serán más frecuentes a medida que avance la edad del conductor. Así, hasta los 65 años, el permiso se prorroga cada diez años, y, a partir de esa edad renovarán cada 3 años los conductores de las categorías C1, C1 + E, C, C +E, D1 + E, D y D + E. El permiso de las clases restantes se renovará cada 5 años, a partir de los 65 años.

Estos períodos de tiempo pueden verse reducidos si, al tiempo de la concesión o prórroga de su vigencia, se comprueba una enfermedad o deficiencia por parte del titular del carné, que aunque no le impida conducir, pueda ser susceptible de agravarse.

Las causas más frecuentes para denegar el permiso son: deterioro visual (glaucoma, cataratas), ciertas patologías neurológicas (ictus, párkinson) y, en edades avanzadas, el deterioro cognitivo (demencia).

lluvia

Accidentes de los mayores al volante

Cada persona envejece de manera distinta. Podemos encontrar un conductor que con 65 años constituye un verdadero peligro al volante o bien otro que con 80 actúe de manera más responsable y mejor que la mayoría de los jóvenes.

La pérdida de visión, una menor energía física y flexibilidad, además de los problemas auditivos, pérdida de memoria y reflejos, son los principales factores que influyen en los accidentes de este colectivo.

La conducción a velocidad anormalmente reducida, los cambios bruscos de dirección y la conducción en sentido contrario, son algunos de los comportamientos de mayor riesgo asociados a la vejez. Si bien, hay otros que tienen una menor incidencia sobre el tráfico, como dificultades para respetar las señales o para aparcar.

Consejos para una conducción segura

Es importante que los conductores que superen la barrera de los 65 años se hagan revisiones periódicas para poder ponerse al volante con seguridad. Por ello, es importante:

  • No descuidar la vista, ya que el 90 por ciento del procesamiento estimular para la conducción es adquirido por este órgano.
  • Realizar también revisiones auditivas.
  • Evitar realizar viajes largos, así como conducir en condiciones meteorológicas extremas (lluvia, niebla, hielo, etc.) y en condiciones que exijan recursos psicofísicos excesivos, como puede ser por ejemplo, la conducción nocturna.
  • Realizar una conducción defensiva: asegurar bien las maniobras, prestando una especial atención a las normas de circulación y llevando a cabo una planificación de los movimientos que vamos a realizar, teniendo en cuenta conducir con una buena luminosidad, circulando por vías en buen estado.
  • Hacerse revisiones de salud periódicas, sobre todo si se sufre dolencias o pérdidas de facultades.

 ¿Cuándo es el momento para dejar de conducir?

Saber cuándo debemos dejar el coche es básico si queremos evitar situaciones peligrosas que pongan en peligro nuestra integridad y la de los demás actores que participan en la conducción. Por ello, es necesario que alguien cercano acompañe al conductor veterano en sus desplazamientos y busque su complicidad, alternando con él al volante.

Por lo tanto, si te ocurren:

  • Demasiados accidentes de tránsito menores.
  • Si se emplea demasiado tiempo en un tramo conocido y corto.
  • Si te tocan el claxon otros conductores de manera frecuente.
  • Si cada vez se aparecen con más frecuencia otros conductores o peatones “de la nada”.
  • Si conduces con menos frecuencia porque desconfías de tu habilidad.
  • Si en una revisión el médico determina que no debería conducir debido a problemas físicos o psíquicos.

Entonces se debe decir adiós a conducir.