Mejor, la pintura original

A todos nos gustaría que nuestro vehículo se mantuviese como el día que lo compramos, pero el uso diario y otras causas hacen que se vaya deteriorando de forma más o menos progresiva, siendo en el color donde más se aprecia este envejecimiento. el pintado parcial ofrece la posibilidad de mantener intacta una parte de la pintura original, ya que, siempre que se pueda, es primordial mantener la pintura de fabricación.

Novedades en barnices

Para los automóviles existen varios sistemas de pintado o de acabado: monocapa, prácticamente en desuso para turismos, pero sí aplicable en furgonetas, camiones, etc.; y sistemas bicapa y tricapa, en los que la última es el barniz. Éste aporta brillo, síntoma de calidad, resaltando el color. El pintado ha evolucionado de tal forma que existen barnices de aspecto satinado o mate, con gran elasticidad, de máxima dureza, altamente productivos, ecológicos, etc.

Pintado de autobuses y autocares

La finalidad de la pintura, desde sus orígenes, ha sido la de proteger al vehículo contra la corrosión y proporcionarlo un bonito aspecto estético. En los autobuses y autocares hay que añadir un requisito más: una mayor resistencia de la pintura, ya que estos vehículos están muchas horas continuadas rodando por calles y carreteras, expuestos a condiciones climáticas adversas, lavados con agentes químicos, etc. Los daños fruto de colisiones o debidos al propio deterioro de la pintura deben ser solucionados nuevamente para evitar su corrosión y devolverlos a su aspecto original.
Pintura mate

Color mate en coches: consejos y técnicas de aplicación

Desde que en 1913 Henry Ford comenzara con la fabricación en serie de los automóviles, siempre se ha buscado la obtención de un brillo máximo. Cuanto más brillante mejor acabado, y mayor sensación de calidad. Sin embargo, las tendencias cambian y los acabados mate están, hoy día, tomando fuerza la hora de personalizar los vehículos.
_pintura_ergonomía en el área de pintura

Ergonomía en el área de pintura

La palabra ergonomía proviene de la unión de dos vocablos griegos: “ergon”, que significa trabajo, y “nomos”, que significa regla. Así pues, una primera aproximación a este concepto podría ser el conjunto de reglas que han de cumplirse a la hora de llevar a cabo un determinado trabajo.