Si se gravan más los carburantes habrá un impacto negativo sobre las exportaciones

El sector del transporte por carretera soporta unos 10.000 millones de euros al año entre impuestos generales y específicos, cargas sociales y otros gravámenes, el 60% del coste total de un viaje internacional. La Asociación de Transporte Internacional por Carretera (ASTIC) denuncia esta asfixia fiscal, desglosando los gravámenes que lastran la actividad de la carretera, por ejemplo, más de 3.000 millones de euros anuales en impuestos al combustible.

Según un informe presentado al Ministerio de Energía, aumentar los impuestos al “diésel” un 28% tendría un reflejo inmediato sobre el coste final del transporte, ya que las empresas del sector no pueden asumirlo por su estructura de costes (un 30% de los mismos están ligados al combustible). “Las exportaciones españolas tienen en un 65% como destino países de la UE y viajan en su mayoría por carretera; gravar aún más los carburantes supondría aumentar los costes del transporte en la misma medida, perjudicando directamente a las empresas exportadoras y encareciendo igualmente las importaciones” ha declarado Ramón Valdivia, director general de ASTIC.

Desde la Asociación se pide que se reconozca formalmente el carácter estratégico del transporte. Aporta más de 4,5% del PIB español y conforma un tejido empresarial con más de 850.000 puestos de trabajo vinculados al transporte y a la logística en su conjunto. Parece  prioritario potenciar la competitividad de este sector. España es el segundo país de la UE en transporte internacional por carretera, contribuyendo, en buena medida, al éxito de las exportaciones desde España hacia la UE.

Fiscalidad específica 

En el sistema fiscal sobre el transporte por carretera, el Impuesto Especial de Hidrocarburos supone el 25,5% de la fiscalidad total del sector, 2.600 millones de euros anuales. “El sector soporta ya una gran carga impositiva y siempre que se necesita aumentar la recaudación se vuelve la vista hacia la carretera con cualquier excusa, como fue en su momento la financiación del sistema sanitario autonómico, el derogado céntimo sanitario, sustituido, ahora, en el informe de los expertos por la lucha contra las emisiones de CO2, pero la realidad es que las de camiones y autobuses solo representan el 6% del total de esas emisiones en Europa”, afirma Ramón Valdivia, director general de ASTIC.

Existen otras cargas impositivas ligadas a su actividad, como las vinculadas a la flota de camiones (ITV, autorizaciones de vehículos, impuestos de tracción mecánica) que implican un coste total de entre 550 y 600 millones de euros anuales. En último lugar, los peajes también son gravámenes que afrontan las empresas del transporte internacional por carretera españolas, con unos 200 millones de euros anuales.