En España se venden la décima parte de neumáticos de invierno que en Europa

Los neumáticos de invierno en Europa, apropiados para su uso con temperaturas por debajo de 8º y con lluvia o nieve, representan el 30% de las ventas totales. En España son sólo una décima parte, un 3%. Estos neumáticos serían los apropiados en las condiciones actuales con el temporal “Filomena” que azota buena parte de nuestro país para evitar accidentes.

El neumático está detrás del 30% de las incidencias mecánicas en invierno, por lo que el conductor debe optar por una cubierta acondicionada a las condiciones meteorológicas propias del invierno.

El neumático homologado de invierno tiene otra ventaja: no hace falta poner cadenas en situaciones de nieve. Al estar homologados, la policía permite circular sin ellas. El conductor así se evita instalarlas, una operación que muchos desconocen cómo realizar. Las cadenas permiten circular a pequeñas velocidades para que al pisar sus eslabones no se dañen componentes del vehículo. Los datos han sido proporcionados por Euromaster.

La nieve acentúa la “no movilidad”

Otra de las consecuencias de las fuertes nevadas es que los conductores, ante el temor de circular en estas condiciones, deje aparcado el coche, acentuando la “no movilidad”. Este escenario puede inducir erróneamente al conductor a pensar que su vehículo no sufre desgaste alguno, cuando parte de los elementos del coche sí se desgastan, aún estando aparcados, especialmente los de caucho, como los neumáticos y la correa de la distribución.

Ambos elementos tienden a agrietarse con el tiempo, aunque no se recorran kilómetros. El riesgo para el conductor es que se trata de un problema que no es perceptible a simple vista.

En el caso de los neumáticos, las grietas en la banda de rodadura ocasionan pérdida de adherencia, de esta forma, aunque el dibujo esté perfecto el neumático deja de tener agarre, convirtiéndose en un riesgo para la seguridad vial del conductor, sus acompañantes y otros usuarios de la vía. Si se agrieta la correa de distribución puede traducirse en una costosa avería.

La batería es otro elemento que sufre con los cambios de temperatura. Si no se encuentra al 100%, puede descargarse en apenas 15 días si no se mueve el vehículo. Para evitar que se resienta es conveniente arrancar el coche cada 5 o 6 días y durante 15 minutos aproximadamente.